Encontré de nuevo tu mirada
cruzando a lo lejos el horizonte en en mi recién estrenado despertar.
Allí estabas otra vez,
te hubiese reconocido entre mil,
entre un millón de almas iguales.
Nos conocemos desde siempre,
desde antes que el mundo
fuese mundo,
desde antes siquiera de haber nacido
y nuestro Amor es indestructible,
hermoso e infinito.
Por fin te he encontrado nuevamente
entre tantos cuerpos llegados
a este nuestro pequeño planeta
y mi boca te llama con palabras calladas
desde lo más hondo de mi.
Nos
dijimos: MAMASTÉ
And
you said to me:
I Saw
a blue Ocean in Your eyes,
Help
me...I want to go out of the depth.
Miré a tus profundos y desesperados
ojos,
y te respondi con amor y
suavidad:
Todo tiene su momento
y este es nuestro momento.
El momento del reencuentro,
de reconocernos y amarnos sin fin.
De amarnos en plenitud,
en el tiempo y el espacio.
Llegas a ser parte de mis gestos,
de mis sensaciones, de mis intuiciones,
causa de mis sonrisas,
motivo de mis silencios...
emociones compartidas,
que iluminan nuestras vidas...
Como almas grandes que somos,
generamos más luz y más Amor.
Sentimientos encontrados,
que gritan extasiados,
que dos Almas gemelas se han encontrado.
Me poso en tus recuerdos
con la confienza de un alma sosegada,
cuya emoción alborotada
ha templado el paso del tiempo,
casi a escondidas,
gracias al amor auténtico,
que surca un océano tan lleno de Vida.
You
know Who I am.
I
know who you are.
Please...Follows
the Blue Ocean
That
you saw in my eyes.
Namasté,
Ramón Padilla (OMKAR)
14 de Febrero 2012
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