martes, 15 de mayo de 2012

Mi Ángel de la Guarda

Yo me Pregunto... ¿Soy un Ángel? - Mont Saint Michel-Francia


 Los Ángeles son seres de luz, y, como su nombre indica, son los mensajeros de los dioses, los que interceden por nosotros ante ellos y los que nos traen las noticias de la divinidad.


Nosotros mismos podríamos ser Ángeles, ya que dentro de todos y cada uno de nosotros brilla la luz de la divinidad, el soplo divino de la existencia que nos impulsa a aspirar a una vida mejor y más elevada, tanto a nivel emocional como en los niveles físicos y espiritual. No hay nadie, absolutamente nadie, que carezca de ese rasgo divino.

    Es posible, como anotan en algunos libros, que seamos ángeles caídos, o  ángeles en ciernes a la espera de sus alas, o a la espera de que Dios se fije en nosotros, nos ilumine en su mirada y nos redima para siempre.

  Quizás por ello todos llevamos dentro de nosotros la aspiración de la trascendencia y la elevación a los planos superiores, y es precisamente en dicha aspiración que intervienen los Ángeles, trayéndonos la buena nueva de que la divinidad nos espera.
    Los ángeles son, por tanto, guías de luz que nos aguardan del otro lado y que nos ayudan y protegen en esta vida terrenal para que no nos perdamos en el duro camino de la existencia.
   Cada religión, cada pueblo y cada cultura han creado su propia jerarquía divina y angelical, desde los caldeos hasta los vikingos, y desde el lejano Oriente hasta el Occidente cercano. Nosotros, influenciados por la cultura judeo-Cristiana, vemos a los Ángeles dentro de la jerarquía indicada por los cabalistas y los monjes del medievo, con Dios a la cabeza, seguido  por los Ángeles creadores bajo los cuales se encuentran las tres jerarquías con sus respectivos Coros, que a su vez cuentan con sus Huestes.

     Los más cercanos a los seres humanos pertenecen a la Tercera Jerarquía, y entre ellos podemos encontrar a los Arcángeles y a los Ángeles que siempre han estado intercediendo por los humanos.
   Los Ángeles nos ayudan señalándonos con sus virtudes, su amor y sus consejos el camino más elevado y positivo de nuestro destino, al tiempo que nos protegen del caos, el conflicto y el mal, para que nuestro ser interno evolucione favorablemente tanto en esta vida como en la próxima, y de esta manera podamos ascender con nuestro ser interno hasta las alturas celestiales que la divinidad nos tiene reservadas para que, el día de mañana, nosotros también seamos Ángeles.
     


 

  Mi Ángel de la Guarda

 La primera información de los Ángeles guardianes que llegó a mi vida, tuvo lugar  en mi adolescencia, esa etapa la viví junto  a dos maravillosos seres de luz,  mi abuela María y mi bisabuela Rosa, cada noche antes de dormir en la habitación, a la luz de las velas, los tres invocábamos a nuestro Ángel Guardián, recuerdo perfectamente la oración, como si fuera en este momento; <<Ángel de la guarda, dulce compañía, no me abandones, ni de noche,  ni de día, no me dejes sólo que sin ti me perdería. Cuatro esquinitas tiene mi cama,  cuatro angelitos que me las Guardan. >>
  La atmósfera que se creaba en el dormitorio, era algo mágico, había armonía, paz y contento. Mis sueños eran felices, protectores y llenos de amor.
 Cuando el Alma de mi bisabuela Rosa se separó de su cuerpo físico, me encontraba a tres mil kilómetros de distancia,  y sin embargo, en ese preciso momento le sentí muy cerca, su Alma no podía partir sin despedirse de mi,  me dijo: debes seguir siendo fuerte, pues tu lo eres, cumple con tu misión en este plano terrenal, muchos seres humanos necesitan de tu amor, de tu sonrisa, de tu luz. Recuerda  que,  siempre estaré junto a ti. Te amo.
    Mis ojos se llenaron de lagrimas,  mi parte racional y mi juventud, no querían aceptar el desapego de un Ser tan importante en mi vida.
   Al día siguiente, un amigo fue el encargado de darme la noticia, pero antes de que este comenzara a hablar yo le pregunté: ¿me vas a  contar, que mi abuelita Rosa ha pasado a otro plano?, ¿Verdad?, el rostro de mi amigo cambio de color, ¿Cómo lo sabes?, no, no…le dije, sólo tengo una sensación.
   Cuando  hable  con mi madre, me contó, que las ultimas palabras de abuela Rosa,  antes de dejar su cuerpo físico, fueron dirigidas hacia mi persona.

   A partir de ese momento, tome conciencia de que mi principal Ángel de la Guarda es, mi Abuela Rosa. Y,  así es, siempre está  conmigo, en cada instante, en  cada situación, ella me ha enseñado… tantas cosas. Me guía con esa inigualable paz interior que sólo ella tiene,  con sus dulces y amables palabras para todos. Su orientación en mi evolución como Ser humano me permite, que mi alma sea libre. Yo también Te Amo.
   

   Los Ángeles están llenos de información práctica y amor para nosotros. Son seres inteligentes, capaces de sentir. Son una especie diferente a la especie humana. Existen en una frecuencia vibratoria levemente más fina que aquella con la que nuestros sentidos físicos están afinados. Esto significa que no podemos percibirlos comúnmente con nuestros ojos y oídos, pero ellos si pueden percibirnos a nosotros.
   



Dedicado a mis queridos Seres de Luz
  Ramón Padilla



     


2 comentarios:

  1. Buenos dias Ramón, no me conoces y nunca has escuchado hablar de mi. Decirte que me ha encantado este mensaje que has dejado. Tu blog me parece muy interesante. Un abrazo

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  2. Gracias Mari Carmen, basado en las experiencias vividas con Mi Bisabuela Rosa. Un abrazo

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