La palabra Chakra significa “rueda”, y alude a los puntos del cuerpo en
los que se concentra la energía. Aunque existen infinidad de ellos, los Chakras
principales son siete y recorren la parte central del cuerpo, desde la corona
hasta el pirineo. Están relacionados entre sí por un canal (tradicionalmente llamado Shushunma) asciende a través de la columna vertebral,
transportando la energía de un Chakra a otro. Además, este canal recibe energía
por sus dos extremos. En el inferior, se conecta con la energía Yin o de Shakti (la tierra). En su parte superior, se alimenta de la energía yang o de Shiva
(el cielo). Podemos visualizar los Chakras como vórtices o remolinos de energía
de distintos colores. Cada uno se corresponde con una parte de nuestro cuerpo, con
determinadas emociones, desequilibrios físicos y con actitudes vitales.
En el sistema energético de los seres humanos los Chakras sirven de estaciones receptoras, transformadoras y distribuidoras de las diferentes frecuencias del <<PRANA>> (energía vital). Absorben, directamente o a través de los NADIS (canales energéticos), las energías vitales de los cuerpos energéticos no materiales del hombre, de su entorno, del cosmos y de las fuentes que son el fundamento de cualquier manifestación. Mediante este sistema energético, el hombre efectúa un intercambio con las fuerzas que actúan en los diferentes planos del ser en su entorno, en el universo y en la base de la creación.
En el sistema energético de los seres humanos los Chakras sirven de estaciones receptoras, transformadoras y distribuidoras de las diferentes frecuencias del <<PRANA>> (energía vital). Absorben, directamente o a través de los NADIS (canales energéticos), las energías vitales de los cuerpos energéticos no materiales del hombre, de su entorno, del cosmos y de las fuentes que son el fundamento de cualquier manifestación. Mediante este sistema energético, el hombre efectúa un intercambio con las fuerzas que actúan en los diferentes planos del ser en su entorno, en el universo y en la base de la creación.
En la secuencia de los Chakras
se produce la historia evolutiva del hombre a partir de la transformación
inicial de la materia primordial inconsciente (Kundalini), hasta llegar
a la conciencia (Samadhi) a través de transformaciones continuadas y
progresivas. Con el yoga, el hombre desciende a lo más profundo de sí mismo
hasta redescubrir la energía ancestral oculta en sus vísceras y encerrada en el
Chakra inferior del cuerpo, Muladhara; la asimila, la transforma
y la hace consciente en un camino con etapas evolutivas muy concretas. Cada
Chakra representa, por tanto, una etapa evolutiva.
Escuela de Yoga Omkar Tenerife
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